postal

Una tarde de verano, un paseo idílico bajo un sol que tímidamente hacía su perezosa aparición luego de un día lluvioso.
Nuestros piés no nos llevaban a ningún rumbo, solo caminaban.
Atravesando vías, piedras, pasto, barro, calles, escaleras, caminábamos.
Sin casi hablar, con una mirada o un roce bastaba para transmitir lo que queríamos decirnos, mirando el cielo, oyendo el viento, acompañados por el río que nos regalaba su paz.

---------------------------------------------------------------------

Un buen día a mi mente se le ocurrió recordar esa escena...
Una buena noche a mi alma se le ocurrió que estaba sola...
Dicen que la primavera es la época del amor..
Dicen también que yo al amor le escapo..
Entonces, que bueno es no prestar atención.
Entonces, que hermoso es vivir hoy.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lugares que duelen

Capítulo 7... Rayuela... Julio Cortázar...