miércoles, 31 de octubre de 2012

soledad, querida soledad



Había olvidado lo linda que es la soledad, extrañaba esa sensación, esa paz.
Ahora tengo el gusto de tenerla cuando quiero, y no solamente cuando puedo.
Puedo reír, llorar, leer cantar, bailar, hacer todo o no hacer nada, sin restricciones.
También descubrí que veo mas agradables cosas que antes odiaba, disfruto situaciones que antes no aguantaba y me siento cómoda con personas que, en su momento, me resultaban insoportables.

Hermosa y extraña sensación, la soledad.