domingo, 7 de noviembre de 2010
domingo
Sin razón aparente ella reía sentada en el bidé. Semi desnuda, dejando correr el agua entre sus piernas. Empezaba a clarear el día y los rayos de un sol recién nacido invitaban a transitar las horas venideras con una sonrisa en los labios. Cerró el grifo y se paró frente al espejo mirando sus blancas piernas. Volvió a soltar una risa, quería festejar. Luego de mucho tiempo se sentía feliz.
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1 comentario:
hacia falta algo para sentirse bien un domingo.
Me gustó el interrogante que me hizo volver a leer.
un beso
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